Introitus

La idea. Elaborar un cartulario definitivo, un archivo general que contenga todo sobre Agustín Aguilar Tagle, así como aquello que se dio, se da y se dará en torno a su persona. En la medida de lo posible, se evitará el uso de imágenes decorativas (se usarán sólo aquellas que tengan cierto valor documental). Asimismo, se prescindirá de retorcidos estilos literarios a favor de la claridad y la objetividad (la excepción: que el documento original sea en sí mismo un texto con pretensiones artísticas). El propósito. Facilitar la investigación biográfica, bibliogáfica, audiográfica y fotográfica posterior a la muerte de Agustín Aguilar Tagle, de manera tal que sus herederos espirituales puedan dedicar los días a su propio presente y no a la reconstrucción titánica de virtudes, hazañas, amores, aforismos, anécdotas y pecados de un ser humano laberíntico, complejo y contradictorio. El compromiso. Cuando busco la verdad, pregunto por la belleza (AAT).













jueves, 30 de marzo de 2017

Cuando el conocimiento es placer

Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro, dicen que dijo René Descartes en algún momento de su vida (estoy seguro de que la confesión no está en el Discurso del método, pero podría estarlo y no desentonar). Es el mismo deseo de omnisciencia que se revela en los Faustos de Goethe, Thomas Mann y Christopher Marlowe; y es también el hambre borgesiana que descubrimos en los niños cuando su mente aún corre desnuda por los jardines de su asombro vital.

Siempre es poco el conocimiento personal, siempre es insuficiente, es apenas un haz de luz que cruza con timidez la espesa penumbra de nuestra propia ignorancia, negra como la pez, vasta como la nada. Pero este parvo saber que raya en la inopia es, sin embargo, motivo de alegría infantil, una alegría socrática: Sé que nada sé, lo que me garantiza toda una vida de descubrimientos, piensa el niño con el cuerpo.


(Porque, a propósito y entre paréntesis, el cuerpo de los niños es un ser pensante; el niño piensa con la epidermis y con sus vísceras. Sí, también lo hace con la mente –como centro receptor y transmisor de acciones orgánicas-, pero no sólo con ella, como hacemos los adultos, que escindimos irremediablemente el mundo de las ideas del mundo de los sentidos.)


El niño sospecha que el conocimiento es vasto pero asequible, así que utiliza todos los medios para acceder a él, desde el interrogatorio pertinaz hasta la exploración riesgosa del territorio accesible (el sótano, la buhardilla, el patio, la terraza). El método efectivo de conocimiento inmediato es, por supuesto, el juego.


Al mirar el juego de los niños, los adultos sonreímos enternecidos, sin saber o sin querer entender que en ese juego se descifran y desentrañan los misterios del mundo. Todo juego es una incógnita y corresponde al niño resolver el acertijo. ¡Y se aflige, muchas veces se aflige! ¿Por qué se aflige el niño cuando juega? ¡Es sólo un juego!, le decimos, sin entender, sin recordar nuestra propia infancia.


La aflicción del niño ante la oscuridad no es el miedo supersticioso del adulto, sino el ansia de saber qué hay entre las sombras y de entender su respiro pausado. El niño brinca de gusto ante el más mínimo hallazgo y se impacienta ante las tinieblas, se conforta frente a la refulgencia de las cosas nuevas, sobre todo de aquellos que se le aparecen sin haberlas buscado.


Mantener en nuestros niños ese estado de asombro permanente (È del poeta il fin la meraviglia, afirma Giammbatista Marino), es garantizar en su adolescencia el deseo del conocimiento a través de la investigación, el estudio, la acción (el juego) y el diálogo (todo lo que veo responde a una pregunta –discurre el niño con mente y cuerpo-; encontrar la pregunta me permitirá entender lo que veo, y para ello necesito interlocutores).


Podemos, sin embargo, obstaculizar e incluso atrofiar ese espíritu, mediante la mentira clasista, la falsificación ideológica o el dogma religioso. Proteger la libertad de pensar de los niños en las escuelas primarias es garantizar en ellas el comienzo de la educación superior.

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