Introitus

La idea. Elaborar un cartulario definitivo, un archivo general que contenga todo sobre Agustín Aguilar Tagle, así como aquello que se dio, se da y se dará en torno a su persona. En la medida de lo posible, se evitará el uso de imágenes decorativas (se usarán sólo aquellas que tengan cierto valor documental). Asimismo, se prescindirá de retorcidos estilos literarios a favor de la claridad y la objetividad (la excepción: que el documento original sea en sí mismo un texto con pretensiones artísticas). El propósito. Facilitar la investigación biográfica, bibliogáfica, audiográfica y fotográfica posterior a la muerte de Agustín Aguilar Tagle, de manera tal que sus herederos espirituales puedan dedicar los días a su propio presente y no a la reconstrucción titánica de virtudes, hazañas, amores, aforismos, anécdotas y pecados de un ser humano laberíntico, complejo y contradictorio. El compromiso. Cuando busco la verdad, pregunto por la belleza (AAT).













viernes, 15 de noviembre de 2019

Flanear

No soy el primero ni seré el último en decidirse por el galicismo "flanear", rendido ante la aparente imposibilidad de traducir al español el verbo flâner. Vayamos, entonces, a Los miserables, tercera parte, libro IV...

Bahorel, homme de caprice, était épars sur plusieurs cafés; 
les autres avaient des habitudes, lui n'en avait pas. 
Il flânait. Errer est humain, flâner est parisien.

Traducción de Andrés Ruiz Moreno y Elena Sandoval

Bahorel, hombre de caprichos, frecuentaba varios cafés; 
los demás tenían costumbres fijas, él no las tenía. 
Se paseaba sin rumbo. Errar es humano, pasear sin rumbo es parisino.

Traducción de Alain Berjart

Era un hombre caprichoso y vivía esparcido en varios cafés; 
los demás tenían sus hábitos, él no tenía ninguno. 
Andaba ocioso, y aquí debemos advertir que el andar errante 
es propio de todos los hombres, pero el andar ocioso es propio de los parisienses.

Mi traducción

Bahorel, hombre caprichoso, vivía esparcido en varios cafés. 
Los demás tenían sus hábitos, él no, él flaneaba
Errar es humano, flanear es parisino.


Por su parte, en Fisiología del matrimonio, Balzac escribe: 


Oh,errer dans Paris! Adorable et délicieuse existence! 
Flâner est une science, c’est la gastronomie de l’œil. 

¡Oh, errar en París! ¡Adorable y deliciosa existencia! 
Flanear es una ciencia, es la gastronomía del ojo.