Introitus

La idea. Elaborar un cartulario definitivo, un archivo general que contenga todo sobre Agustín Aguilar Tagle, así como aquello que se dio, se da y se dará en torno a su persona. En la medida de lo posible, se evitará el uso de imágenes decorativas (se usarán sólo aquellas que tengan cierto valor documental). Asimismo, se prescindirá de retorcidos estilos literarios a favor de la claridad y la objetividad (la excepción: que el documento original sea en sí mismo un texto con pretensiones artísticas). El propósito. Facilitar la investigación biográfica, bibliogáfica, audiográfica y fotográfica posterior a la muerte de Agustín Aguilar Tagle, de manera tal que sus herederos espirituales puedan dedicar los días a su propio presente y no a la reconstrucción titánica de virtudes, hazañas, amores, aforismos, anécdotas y pecados de un ser humano laberíntico, complejo y contradictorio. El compromiso. Cuando busco la verdad, pregunto por la belleza (AAT).













miércoles, 11 de mayo de 2011

¡No, por favor!

Texto escrito el 8 de diciembre de 2005

Leo en la sección de espectáculos de La Jornada que esta noche, en Ruta 61, Los Pechos Privilegiados amenazan con rendir “un sentido homenaje al maese John Lennon”. Así dice: "...el maese". Todavía hay muchos que no han pasado de Parménides García Saldaña.

Entonces, ¿homenaje a Lennon en Ruta 61? ¡No, por favor! No se lo merece Ruta 61. Además, tampoco Lennon se merece un homenaje con olor a pachuli, en un lugar que no fue hecho para convertirse en nostalgia de rockeros cincuentones.

¡Lalo, por favor, detén esta vergüenza! Hugo, te lo suplico, evita el ridículo! Intenta tocar blues, que sabremos aplaudir el esfuerzo de tu banda. Es más, soy capaz de admitir que "Es tu culpa” es una canción erótica, como seguramente afirma el boletín de prensa que envías a los medios, afirmación que La Jornada transcribe sin tomarse la molestia de comprobarlo (en estos casos, Fabrizio, instruye a tu gente para que utilice las comillas). Te ofrezco guardar silencio y no correr la voz de que los pechos de tu banda son lo de una vieja nodriza.

Entendámonos: no soy un purista del blues; apenas soy un iniciado; admiro y amo el trabajo de Lennon, lo escucho desde mi lejana pubertad y me dolió mucho su muerte. Como a Jaime Avilés, a mí también se me fue la mitad de la vida hace 25 años. Pero no se vale utilizar nuestro querido bar como sede o refugio de adolescencias atoradas. Para eso, ya existe el Sixties y otros sitios, donde el jefecito puede llevar a su secretaria y presumirle que tiene toooodos los discos de los Beatles y tooodos los discos de Los Hermanos Castro.

Si el asesino de John hubiera sido otro loco y no el que fue, es decir Mark Chapman, seguro que este pobre diablo, este don Nadie, asistiría hoy –con sentida pesadumbre- a uno de los homenajes que se llevarán a cabo en todo el mundo. Es más, acaso tendría una banda llamada As you like it, que esta noche destrozaría en escena Nowhere man o alguna otra canción sobre el vacío existencial que padeció durante siempre el gran Lennon.

Fotografía: John Lennon y Bugalú Peniche en La Habana (noviembre de 2004)

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